La adquisición de un terreno, es la base para construir una vivienda o para invertir, el cual pasará a ser parte de tu patrimonio personal. Esta compra es una decisión importante en la que debes revisar todas las opciones, realizando un análisis antes, durante y después de la compra del terreno.

Lo primero que debes tener claro, es el objetivo por el cual realizarás la compra, ya sea como primera vivienda, para pasar el fin de semana o si por el contrario es una inversión para generar ganancias a largo plazo. Si el objetivo de la compra es para inversión, es recomendable escoger terrenos cercanos a zonas con potencial de crecimiento, cercano a infraestructuras de transportes y zonas urbanas.

Un punto importante al momento de adquirir un terreno o parcela, es saber su procedencia, ya que esto puede pasar de ser un sueño a una pesadilla. Actualmente se ha dado a conocer una cantidad aterradora de estafas por la venta de loteos irregulares en todo el país.

Los loteos irregulares son terrenos rurales adquiridos por una persona de forma legal, pero que terminan siendo subdivididos en predios más pequeños infringiendo la Ley de Ordenamiento Territorial.

Cualquiera que sea la opción de compra, debes tener en consideración los siguientes aspectos: si es de fácil acceso, tipo de terreno, aspectos legales, si posee agua, luz y/o alcantarillado; es de total importancia este punto, ya que debes cerciorarse que el terreno tenga acceso a servicios básicos.

Si la superficie del terreno que vas a adquirir es menor a 5.000 m2, en una zona no urbana, la recomendación es no comprar. Por ley, se sabe que el tamaño mínimo para subdividir un terreno en zona rural debe ser de a lo menos media hectárea (5.000 metros cuadrados).

PortalTerreno.com, te propone las siguientes recomendaciones a tener en cuenta a la hora de comprar un terreno, para evitar caer en estas estafas:

Es vital asegurarte el estado de la propiedad que vas a adquirir. Es necesario leer detenidamente las escrituras del nuevo terreno y verificar que todo lo mencionado este correcto, esto quiere decir que, deben coincidir las medidas que se especifican en las escrituras, con las medidas ofrecidas en el terreno. De todas maneras, es aconsejable visitarlo más de una vez y asesorarse con expertos. Un estudio de títulos, preferiblemente con un abogado, es siempre la mejor alternativa para saber el estado legal de un terreno.

Antes de invertir es importante indagar en todo lo relacionado a los alrededores. Por ejemplo, en los loteos siempre existen comités entre vecinos para tomar decisiones como reparaciones de camino, regadíos, seguridad, etc. Debes exigir toda la documentación legal del terreno, que éste no tenga deudas anteriores y que el terreno cumpla con todas las condiciones legales para construir o explotar.

Es recomendable también antes de comprar un predio, solicitar los títulos de dominio y verificar si es que estos tienen 10 años de antigüedad, para así asegurarse de que todo está en orden.

Existen dos maneras de entender de forma legal que un terreno está en regla, el título de dominio y cesión de derechos. En el primero eres dueño en su totalidad de la propiedad (puedes vender, heredar, hacer uso como quieras del terreno). Si te otorgan una cesión de derechos, sólo dispones de un porcentaje del terreno o inmueble, para su uso, pero no eres dueño de nada. Este es un punto clave, ya que hoy en día la cesión de derechos se ha hecho común, pero hay que tener especial cuidado en esto para evitar pasar malos ratos, ya que solo se posee derechos pero no se es dueño.

Una vez adquirido el terreno, preocúpate de exigir todo lo que se prometió, como por ejemplo los accesos al agua o luz, o su factibilidad. A pesar de que mantener un terreno, es generalmente fácil y barato, igualmente debes cerciórate de que tu inversión no presente problemas, visitándolo de vez en cuando.

Es importante que estés en conocimiento si es que fuiste víctima de una venta ilegal, que no puedes construir en un loteo irregular a pesar de haber hecho la compra, ya que estos no cumplen con la Ley General de Urbanismo y Construcciones. En muchos casos no cuentan con los servicios básicos, como luz, agua y servicios sanitarios.