Hay un boom en el segmento inmobiliario en pleno 2021 de los que pocos están enterados pero muchos están metidos.
Con todo el encierro que hemos vivido, las personas están ávidas de poder interactuar socialmente. No es raro que hubo un incremento de más del 20% de las principales plataformas de uso social así como servicios para videollamadas.
Pero hay otros lugares donde el incremento de usuarios se ha presentado: LOS METAVERSOS.
Los metaversos son entornos donde los humanos interactúan social y económicamente como iconos, a través de un soporte lógico en un ciberespacio, el que actúa como una metáfora del mundo real, pero sin las limitaciones físicas o económicas allí impuestas.
El actual crecimiento en el uso de estos mundos digitales viene derivado del aislamiento social, el uso de videojuegos y el universo de personas que crecieron con ellos (me incluyo).
Empresas como Decentraland o The Sandbox, son solo algunas plataformas que permiten a sus usuarios interactuar con un mundo digital en el que pueden adquirir terrenos para después “hacer algo” con ellos. Y la forma en que se hace no está alejada a la realidad.
¿Cómo funciona?
Partamos por la base de donde están construidos estos mundos digitales. La mayoría utilizan tecnología blockchain, lo cual asegura que un pedazo de tierra virtual exista para una sola persona y no se pueda duplicar. Lo mismo para el creador de la plataforma, en lo que no se le permitiría “construir” más tierra en caso de una fuerte demanda. Esta misma tecnología funciona para que se puedan hacer las transacciones con criptomonedas.
De aquí, la idea general es que crees una cuenta dentro de la plataforma de tu agrado, revises lo que hay a la venta y lo compres.
Una vez que hayas adquirido tu terreno, podrás hacer con ella lo que quieras (revisando los términos y condiciones de cada portal). Tu le compras ese pedazo de tierra a una empresa - el que creó la plataforma y podemos llamarlo el desarrollador. Una vez que tienes en posesión el terreno podrás “vivir” en él o venderlo.
Solo para que te des una idea, a inicio de 2021, en Decentraland, había terrenos que se vendían en $2,000 MANA (la criptomoneda que usan dentro de la plataforma y que equivale más o menos a $1,180 dólares americanos) se revendieron 2 meses después en $175,000 MANA ($103,000 dólares aproximadamente).
Pero no solo está la opción de la compra venta de terrenos. Ahora hay empresas virtuales que construyen algo el mismo. Desde un hotel, casino, museo, tienda hasta un estadio para llevar encuentros virtuales de deportes. Y en estos mismos desarrollos inmobiliarios, venden espacios publicitarios a empresas del mundo real para que posicionen su marca, productos o servicios con un público muy segmentado.
No es raro ver que lo que sucede en el mundo digital parte de lo que vivimos en el mundo real. Republic Real Estate, una compañía que crea fondos de inversión para bienes raíces en el nuestra realidad, sacó ahora su fondo, Republic Realm Digital Real Estate, para comprar miles de metros cuadrados digitales en plataformas del metaverso.
A mayor usuarios dentro de estos portales (y sus mundos digitales), mayor la plusvalía de las propiedades que “viven” en el mismo. Todo recae nuevamente en la oferta y la demanda, sumando la afluencia, uso y cantidad de usuarios.
Suena loco esto de la venta digital de algo que no existe, pero está funcionando y cada vez mejora más.
¡Nos leemos luego