Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, de INEGI, durante 2020 se cometieron 5.3 millones de delitos de fraude (5,904 fraudes por cada 100,000 habitantes), y en 43.4% de los casos, el fraude se realizó al pagar por un servicio o producto que no fue entregado.
¿Y esto puede ocurrir con los terrenos? Sí: es el caso de ciudades o regiones atractivas para inversionistas de otros estados y hasta extranjeros. Muchas veces se ofrecen lotes de inversión que han resultado ser fraudes, pues destacan beneficios que realmente no tienen (acceso a servicios de luz, agua potable, drenaje y alcantarillado, cercanía a la playa, caminos, etc.).
Lo importante es saber reconocer las buenas ofertas de aquellas que pueden traer problemas más adelante. Por eso, te compartimos los siguientes consejos.
Es probable que te envíen imágenes sobre el terreno que te quieren vender, pero pueden ser falsas o tomadas desde otros sitios que quizás ni siquiera están en venta. Si te ponen excusas cuando dices que quieres verlo en persona, podría ser un fraude. Para evitarlo, una buena idea es investigar los alrededores del sector donde supuestamente está el terreno que te interesa para asegurarte de que existe y está a la venta.
En la misma línea, es muy importante que el vendedor pueda asegurarte que el terreno tiene sus documentos y pagos al día y que se encuentra en el Registro Público de la Propiedad. Con esto puedes saber en qué estado se encuentra, cuál es su historial y quién es su dueño, entre otros datos.
Los estafadores pueden hacerse pasar por vendedores o agentes inmobiliarios y usar inmobiliarias “fantasma” para engañarte o documentos falsos. Búscalos por internet, solicita sus credenciales al vendedor y no les compartas tus documentos o información personal.
Es habitual que los estafadores soliciten pagos anticipados para reservar el terreno, pero sin dar garantía de ello luego de haberles pagado. Si hay un contrato registrado, puedes acudir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para ver si es posible recuperar el anticipo. Por eso, antes de pagar cuida que exista una constancia.
Es fundamental que la compraventa quede por escrito en una escritura pública, ya que ese documento le da formalidad a la transacción. Su costo es un porcentaje del valor total del terreno. Según el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, es el documento más seguro, ya que los contratos privados o poderes no resuelven problemas a largo plazo.
Asimismo, es recomendable que te asesores con un notario para que el proceso sea lo más seguro posible.
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Fuentes
Foto principal: Pexels.
